Entradas

Mostrando entradas de mayo, 2023

131. JOSELUIS OFRECE A LOLA

Imagen
Conocí a Lola y a Joseluis en un club liberal, con mi marido. La verdad es que conocí más a Joseluis que a Lola en aquel primer momento, ya que sin hablarlo mucho los cuatro nos vimos en un reservado, dispuestos a disfrutar de un intercambio espontáneo. Sin embargo, y al poco de empezar cada uno con la pareja del otro, yo advertí que Joseluis estaba más pendiente de lo que mi marido le hacía a Lola que de mi. A mi me toqueteaba por todas partes, pero con un ojo puesto en su mujer, a quien mi marido penetró enseguida y sin tapujos. Llegó el momento en que casi se olvidó de mi y le pidió a mi marido que penetrase por el culo a Lola. Como os podéis suponer, Luis obedeció de inmediato, casi sin creerse la suerte que le había tocado y ante la aquiescencia de Lola, que enseguida le ofreció su ojete con una postura de lo más explícita y sumisa, y gimiendo de placer por anticipado. En este momento Joseluis se desinteresó de mi por completo y empezó a sacar fotos de su esposa, mientras se mastu

130. VANESA Y LA FOTOGRAFÍA

Imagen
A mi amiga Vanesa le gusta mucho la fotografía, y siempre anda sacando instantáneas por todas partes. Tanto es así, que su novio decidió regalarle la cámara Canon G14 por su cumpleaños. Todo eso viene a cuento de lo que me sucedió con Vanesa, ya que sin cámara no hubiese ocurrido y a ella no le habría cambiado la vida. Una tarde se me presentó la ocasión de acostarme con mi amigo Jaime, con quien llevaba tiempo sin verme porque se fue a vivir lejos, y ese día estaba en la ciudad de paso por pocas horas. El mensaje de Jaime me llegó justo mientras estaba hablando con Vanesa, en la terracita de un bar del barrio, y no pude evitar contárselo, ya que me excitó mucho y ella se dio cuenta enseguida.  -Perdona que te interrumpa, Vane, pero tengo que buscar una habitación de hotel enseguida, hoy no puedo llevarme a Jaime a mi casa porqué están los niños... ¡con mi suegra!. -Oye -me sugirió ella enseguida- Y ¿porqué no lo llevas a mi piso? Está aquí mismo y os lo dejo sin problemas... solo te v

129. ELI CONTRATÓ A UN ACTOR PORNO

Imagen
Tras multitud de infidelidades con jovencitas, desprecios y faltas de respeto por parte de su marido Ángel, mi amiga Elisabet (Eli) decidió pedirle el divorcio y le mandó a paseo. Poco después del divorcio, Eli supo que Ángel estaba mandando fotos de ella a sus amigotes, fotos que le había sacado durante el matrimonio y en la intimidad en las que se veía a Eli desnuda y en actitudes provocativas. Les mandaba esas fotos para contarles que se había librado de una mujerzuela y para demostrarles que su nueva amiga, una tal Teresa, era mucho mejor mujer -además de mucho más joven. Eli pensó en denunciar a su ex marido, pero antes de eso tuvo otra idea, más perversa. Antes de contar la venganza de Eli, se debe contar otra cosa: mientras estaba con su marido solían ver porno casero y ella se había encaprichado de un actor, joven y dotado, con el que ahora, libre de su marido, le apetecía mucho acostarse y realizar las fantasías que antes vio en la pantalla. -Es que me encanta este tío -me con

128. NO ERES MI TIPO PERO TE DEJO MIRAR

Imagen
Llevaba tiempo echándole los tejos a Max, a través de la web swinger. Cada vez que él colgaba fotos de un nuevo encuentro yo me manifestaba enseguida para demostrarle que era una admiradora. Una no es de piedra y, aunque soy consciente de mi edad, siempre me gustaron los chicos jóvenes y fornidos, especialmente esos tipos impetuosos y amantes del sexo duro, los que no se andan con remilgos. Los reportajes fotográficos de Max, aunque breves, mostraban a un chico que sabe lo que quiere y lo consigue de buenas a primeras, sin romanticismos blandos.  Tras varios comentarios míos, el chico fue sensible a mis demandas y me contó: -Agradezco tu actitud, Maite, pero debo decirte que solo voy con chicas jóvenes. A muchos chicos les gusta acostarse con mujeres ya maduritas, y yo confiaba en esta posibilidad, pero Max me dejó claro que no era su caso. Aún sí, yo seguí insistiendo.  Hasta que un día, por fin (o mejor dicho una noche) Max me escribió para concederme algo: quizás el pobre estaba pen