153. DEL DIARIO DE UNA ZORRA (3)
2 de octubre
EL NEGRO, EL GAY Y EL CULO DE UNA SERVIDORA
He conocido a Saiku en una discoteca de barrio. Es un chico majo y muy caliente que me presentó Teresa. Estoy segura de que Saiku se folló a Teresa. O quizás fue Teresa la que se folló a Saiku.
Saiku y yo estuvimos hablando un rato, nos intercambiamos los números de contacto. No quise llevármelo a casa en la primera ocasión para que no pensara que soy una chica demasiado fácil, pero la verdad es que me gustó mucho.
Fue Teresa, luego, la que me contó que Saiku era popular entre las mujeres del barrio. Sobre todo por su aguante en la cama: "Puede estar más de dos horas sin parar. A lo mejor tres horas", me susurró. Seguí sin saber si Saiku y Teresa se habían acostado, pero eso ya me importaba menos. Recordé que mi ex-novio Carlos tenía el récord en 15 minutos. Aunque lo más normal era que nuestros polvos fueran de 3 minutitos.
Saiku me mandó un whatsapp muy correcto hace dos días. Le he respondido hoy. No vaya a ser que se piense que me muero por su polla. Le he contado que estoy casada, y él me ha respondido a los tres segundos diciendo que le encantaría un trío con mi marido. Así de salado es Saiku.
He llamado a Mario, mi amigo gay. Le he pedido que se haga pasar por mi marido y me acompañe a mi cita con Saiku. Me sentiré más tranquila con él y Saiku se excitará mucho más si pienso que se me folla delante de mi marido. Mario y yo nos hemos comprado unos anillos de latón para Saiku se crea nuestro matrimonio.
Mario y yo hemos contratado una habitación por 4 horas en un hotelito, una habitación con jacuzzi. Saiku llega puntual como un clavo. Me lleva directa al jacuzzi y me masturba, y hace como si Mario no estuviera allí. Mario, siguiendo mi encargo, va sacando fotos de todo lo que sucede.
Le propino una buena mamada Saiku en compensación por el placer que me ha dado. Veo que Mario se está masturbando detrás mío y a veces golpea mis nalgas con su pene, cosa que no me había hecho nunca.
Saiku se sale del jacuzzi, me coge de la mano y me lleva con él hasta la cama y, sin mediar palabra, me tumba boca abajo para arremeter mi ano. Yo me dejo, sin rechistar. El agua caliente me ha dejado como atontada y me presto a todo. Creo que el agua caliente me ha dilatado por todas partes, así que su pene entra sin dolor.
Tenía razón Teresa: Saiku es capaz de aguantar durante dos horas. Y luego tres. Y es un chico educado. En cuanto le digo que mi culo está al rojo vivo saca su pene del ano y sigue en mi coño. Veo que Mario sigue masturbándose, sentado en una butaca y sin perder detalle. La mando a Mario a la recepción del hotel para que contrate dos horas más.
Saiku se corre en el último momento. Han sido cinco horas de follar sin parar. Mientras Saiku se viste, Mario se acerca a mi y se corre en mi rodilla.
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