165. CUANDO ME LO PETAN (REPORT)
Una no sabe muy bien cuales son las expresiones que pone su cara cuando el amante le entra por el ano, y mucho menos cuando lo hace con tantas ganas como las que le puso el amigo Jota, que llegó empalmadísimo a casa. Menos mal que ahí estaba mi marido, atento y sin perder detalle, y cámara en mano. La cámara en una sola mano, claro, porque que con la otra se iba masajeando los genitales. Nada más llegar ante la alcoba, me incliné para darle el saludo de la hotwife. Mientras Jota se bajaba los calzoncillos, mi marido se ocupó de dejar mis pechos al aire con un gesto rápido que me arrancó un suspiro de sorpresa y puso todavía más tieso al amigo. Tuve que abrir bien la boca: el pene de Jota quizás no sea muy largo, pero de veras es ancho y no es fácil engullirlo como se merece. Tras unos preliminares breves, el amigo me dispuso en cuatro, me untó con un lubricante que se había traído consigo y metió su rabo gordote por el ojete. Mi marido me cuenta que lancé un alarido y que, al mismo tie