16. GANG BANG

Descubrí el significado de "Gang Bang" en casa de mi amiga Julia, cuando me puso un DVD con este título una noche en su casa, tras haber bebido algo más de la cuenta. A partir de entonces fui descubriendo que eso se practica por todos lados y que tiene todo tipo de seguidores, y no es solo cosa de la industria pornográfica. Y supe que tiene seguidoras también. Es una fantasía para hombres pero también para mujeres.

Un tiempo después, ya metida en el mundillo liberal, me encontré con todo tipo de personas afines a esa práctica, y descubrí a tipos muy raritos que organizaban gangbangs. Aunque también los había bastante normales, por suerte.

Como os podeis imaginar, me han hecho varias propuestas y en alguna ocasión he estado muy cerca de participar. Siempre ha sucedido más o menos lo mismo: algunos de los invitados se rajan, otros me cuentan que si participa tal o cual entonces él no viene, y al final una teme que se va a meter en un lío, con lo cual es mejor echarse al lado. Aunque, la verdad sea dicha, la idea de verse rodeada por cuatro hombres entregados por completo a una es algo más que una bonita fantasía.

Durante un tiempo pensé que lo mejor sería acudir a una de esas fiestas acompañada por una amiga: pienso que estar con otra mujer garantiza algo de seguridad y de buen rollo, aunque quizás sea una idea peregrina.

Tras algunas pesquisas di con Marta, amiga de la cosa liberal y muy lanzada, y me cité con ella un par de veces antes de empezar a organizar algo. Nos hicimos algunas fotos y las mandamos a los amigos que habían contactado conmigo. Pusimo algo así como "Fiesta gangbang con Marta y Lizz, amigas del morbo". 

Recibimos un montón de propuestas, como os podéis suponer. Algunos nos mandaban fotos de sus prepucios sin más datos que la foto, el nombre y el teléfono. Otros lo acompañaban de frases bastante groseras y con poca gracia. Hubo uno que nos pidió si podría asistir al evento pero oculto tras una cortina o algo así, ya que solo le apetecía mirar y masturbarse, pero sin ser visto, ya que es una persona bastante conocida. Jamás supimos quien era.

Marta y yo hicimos una selección de los tipos que nos parecían más interesantes y al final nos quedamos con tres de entre muchos. De esos tres, dos se desdijeron al final por razones ignoradas. De modo que, al fin, la supuesta ganbang se quedó en un encuentro de nosotras dos con nuestras respectivas parejas y un tipo más, Marcos, que nos alegró la velada. Tanto a Marta como a mi nos encanta que haya más hombres que mujeres, y la verdad es que Marcos estuvo fenomenal. Nos dio placer a ambas y divirtió a nuestros maridos, que se satisfacen viendo como nos dan placer.

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