67. LLAMANDO AL CORNUDO

Casi siempre somos las mujeres las que nos incitamos entre nosotras a experimentar con corneadores. Fue así como yo empecé en esto: mi amiga Maite me invitó a pasar una tarde con su amante Marco y a partir de ahí me convertí en una hotwife en toda regla. Luego se lo conté a mi marido y él aceptó de buen gusto, de modo que así empezamos una nueva sexualidad mucho más placentera.

Sin embargo, hace poco supe que Cati se había iniciado en el rol de hotwife a petición de su marido Luis, lo cual me sorprendió mucho. Luis tiene un amigo del trabajo (Rafa) aficionado al mundo swinger que, por lo visto, le cuenta sus aventuras sexuales. Una tarde, a la salida del curro, Rafa y Luis se fueron de cañas y Rafa le contó:

-Este fin de semana ha sido genial. Había quedado con mi esposa en un restaurante de la costa a las dos. Y me llamó a las dos y media para contarme que iba a llegar muy tarde ya que estaba en la cama de Víctor, un amigo swinger que le gusta mucho. Lo mejor de todo: me mandó varias fotos y varios audios mientras follaba con él.

Luis se quedó algo estupefacto. Pero a lo largo de aquella tarde y de los días siguientes siguió pensando en lo que le había contado Rafa. Y cada vez que estaba con su mujer se la imaginaba estando con otro y mandándole fotos mientras lo hacía con él. Luis estaba cada vez más excitado con sus imaginaciones y pasó unos días dándole vueltas en su cabeza hasta que se le ocurrió la opción. Habló de nuevo con Rafa y este le puso en contacto con Víctor, el amante de su mujer. 

Luis llamó a Víctor y habló con él. Le exigió que se presentase en su casa y sedujera a su esposa durante una tarde en la que él llegaría muy tarde, y luego la preparó a ella. Le contó a Cati lo mucho que le había excitado el relato de Rafa, y lo mucho que le gustaría vivir algo así. Cati se excitó y por lo tanto aceptó el reto.

-Lo haré para demostrarte lo mucho que te quiero -le dijo ella- Dile a Víctor que se venga cuando quiera.

Luis se quedó perplejo ante la disponibilidad de Cati.

En la fecha acordada, Luis recibió una primera foto de ella sentada en el regazo de Víctor. Él la estaba penetrando. Luis empezó a masturbarse viendo a su esposa sentada encima del pene de un hombre desconocido.

Poco rato más tarde, ella le llamó:

-Buenas, Cari... estoy a punto de... tu amigo es un crack...

Un rato más tarde, Luis recibió una foto del rostro de su mujer: su bella carita estaba salpicada de semen por todas partes. Él le respondió: estás muy guapa. Y ella le devolvió: tu amigo me dice que tiene para otra descarga dentro de poco, así que me voy a limpiar para ti, cariño.

-No te limpies -le respondió Luis.