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Mostrando entradas de febrero, 2023

115. EL INSTALADOR DE FIBRA ÓPTICA

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En las películas porno de los 80 no faltaba nunca la escena del repartidor de butano que se traginaba a la señora de la casa tras dejarle la botella de gas en la cocina. En vez de darle propina en dinero, ella le ofrecía la visión de un escote apabullante o bien de unas faldas muy cortas, o de una bata demasiado abierta, tras lo cual llegaba un polvo apresurado, perpetrado en la misma cocina -como si ese fuera el espacio natural de la mujer- y que terminaba con los alaridos del butanero mientras se descargaba en los pechos de la ama de casa. Tras la marcha del hombre, ella se apresuraba en borrar los rastros del encuentro furtivo, ya que el marido estaba a punto de llegar. A mi estas escenas me divertían y me ponían cachonda, pero las veía muy de otra época, con todos esos elementos machistas y burdos de antaño en donde el papel de la mujer es siempre el de ama de casa aburrida. Así que jamás me habría imaginado vivir lo que viví hace unos días... Des de hace un par de años teletrabajo

114. LAMER EL CULETE DE MAITE

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Maite se entretuvo una tarde viendo las fotos de la web swinger. Estaba aburrida y no esperaba descubrir nada nuevo. Hasta que, de repente, algo le llamó la atención. Se trataba de una foto mal enfocada y de encuadre improvisado con las prisas, posiblemente porqué uno de los dos protagonistas la había sacado mientras se concentraba en algo que no era el encuadre ni el enfoque. Se veía a un hombre lamiendo el ano a una mujer. Maite comprendió (por el contexto) que ese hombre y esa mujer eran amantes ocasionales: ni marido y mujer, ni tampoco novios. Mientras contemplaba la foto sin poder sacar los ojos de ella sintió una humedad entre sus nalgas. Poco más tarde, ya en la cama con su marido, le pidió que le lamiera el ano. -Lo siento, cariño -respondió él, medio dormido- Es que el culo...Me da cosa... La tarde siguiente, y como os podéis imaginar, Maite volvió a la web swinger y buscó la foto que tanto la había excitado la noche anterior. De nuevo se quedó hipnotizada por aquella imagen

113. LA MALA SUERTE DE LAURA

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Mi amiga Laura se había esforzado de lo lindo para concertar una cita con Mario, uno de los corneadores más codiciados por las hotwives de nuestra quinta. Al fin consiguió el compromiso de Mario, un jueves por la tarde en el apartamento de verano que Laura tiene alquilado en un pueblecillo de la costa. Laura sabía que en invierno su marido no se iría jamás a este apartamento y, aunque su marido compartía plenamente su orientación liberal, ella quería tener a Mario en exclusiva. Sin embargo, Mario le puso unas exigencias que Laura no esperaba. En su último mensaje antes del encuentro, Mario le expuso una condición: -"Me encantará hacerlo contigo, pero será mucho mejor si vienes con dos amigas de esas que tienes". Laura, azorada y obsesionada por estar con Mario, no dudó en pedirles a sus amigas Maite y Lali que acudiesen a la cita. Y así fue como nos encontramos las tres en el apartamento de Laura un jueves de diciembre. Hacía mucho frío, así que Laura puso la calefacción a to

112. EL EQUIPO GANADOR (1)

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Mi marido Luis se ocupa muchas veces de proveerme de emociones. Es decir, de amantes y de situaciones morbosas. Esa es la verdad: lo que a mi marido le da morbo es contactar con tipos que se me quieren llevar a la cama y a los cuales no les importa tener al marido delante, a poder ser disfrutando y sacando fotos del evento. Fue así como Luis contactó con Renato, un tipo que estaba encantado de la oportunidad tras ver mis fotos en la web y al que le encantó la perspectiva de ser mi amigo por una noche. Por lo visto, las conversaciones de Renato con Luis avanzaron rápido y bien, de modo que no tardaron ni dos días en concretar la cita. Fue entonces, cuando el encuentro ya estaba pactado y tenía fecha y hora (un viernes por la tarde), cuando Renato le ofreció a mi marido algo así como un servicio extra: -Verás, Luis -dijo Renato- Yo no suelo actuar solo. Tengo a un amigo, Javier, que me acompaña en estas situaciones. Y este amigo tiene una pareja, Raquel, que se viene siempre con nosotros