126. EL CÓDIGO DE BUENA CONDUCTA DE MARIBEL

Las que habéis estado en clubes liberales ya sabéis que en estos lugares una se puede saltar los prolegómenos cuando se encuentra a alguien con quien le apetece un rato de diversión. A veces basta con una mirada, en otras, simplemente, una desliza la mano y la deposita en el muslo del vecino, dándole una suave caricia cerca de la ingle.

En esos locales no suele haber malos entendidos, ya que todo el mundo entiende las respuestas y las acepta: si el vecino a quine le has acariciado te aparta la mano ya sabes que no le puedes reprochar nada, te levantas y te vas a otro.

Mi amiga Inma, por ejemplo, se anda con menos rodeos todavía y cuando ve a un señor que le atrae le agarra el pene y se lo lleva a la boca sin preguntar. Pocas veces han rechazado a Inma.

Lo que os voy a contar es lo que hizo mi amiga Maribel, que es una mujer muy tímida pero muy fogosa.

Maribel decidió presentarse a un club liberal para ir al grano de la forma más explícita posible. Su marido, tras 23 años de matrimonio, la dejó para irse con una jovencita y ella tuvo un par de aventuras tras el divorcio, tras las cuales se lió con Julia y empezaron a vivir juntas. A pesar de la felicidad en su vida con Julia, a veces Maribel ansiaba tener a un macho entre las piernas, de modo que, tras hablarlo con su pareja, se vino conmigo al club.

Maribel solo quería tener un pene en su vagina, y le daba lo mismo quien fuese su propietario, ya que no solo pretendía seguir su vida con Julia si no que era una necesidad puramente física, como a la que le duele la cabeza y necesita un ibuprofeno. Tras un rato andando con ella arriba y abajo del club me confesó que se sentía incapaz de mostrarle interés a ningún tipo: no deseaba a un hombre, solo quería un pene.

Tras un rato de deliberación con ella me la llevé a los vestuarios, saqué mi lápiz de labios y le hice unas inscripciones en el cuerpo. La pinté por delante y por detrás y luego ella regresó al ruedo. 



Comentarios

Entradas populares de este blog

160. CITA SECRETA CON MI EMPOTRADOR

159. NO SIN MI MARIDO

3. UNA SORPRESA PARA MI MARIDO