155. DEL DIARIO DE UNA ZORRA (5)
Día 1, 22 de octubre Me sorprende encontrar la llamada perdida de Pedro, un novio que tuve tres años atrás. Pedro terminó muy enfadado conmigo, ya que fui yo quien le dejó. Pedro tenía mucha urgencia por casarse y yo no estaba por la labor. Creo que hice lo mejor: cortar cuanto antes para no alimentarle falsas esperanzas. Él no lo comprendió, pero supe que poco después ya andaba con otra chica. Se llama Laura. Se casaron en menos de un año. Viven por el barrio. A veces les veo paseando por la calle o tomado algo en una terraza. Día 2, 24 de octubre Le devuelvo la llamada a Pedro. Estoy intrigada. Yo creía que no me iba a llamar nunca más. Escucho su voz, pero está perturbada por algo. Está muy preocupado. Agobiado. Me dice que necesita mi ayuda pero que no puede hablar mucho. Al final, cuando comprendo que no pretende echarme los tejos, nos citamos en una cafetería para la tarde siguiente. Día 3, 25 de octubre Pedro está sentado en una mesita de la cafetería y le veo de nuevo nervioso.