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Mostrando entradas de agosto, 2022

75. JÓVENES Y MAYORCITAS

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A mi amiga Lucía le entró el gusanillo del sexo liberal cuando acababa de cumplir los 60 añitos. Ella conocía mis costumbres y un buen día me preguntó: -¿Tu crees que a mi edad puedo iniciarme en el sexo swinger? Y me contó: Jaime, su marido, llevaba ya mucho tiempo sin prestarle atención, más allá de unos besos y abracitos, muy cariñoso pero nada de sexo de veras. A  Lucía le gustaba eso, pero echaba de menos lo otro y, como no tenía ningunas ganas de romper su matrimonio, pensó en probar con chicos del mundo liberal. -La verdad -me contó- es que cuando digo "chicos" me refiero a eso, a chicos jóvenes, por probar más que nada, y para asegurarme de que voy a tener la situación contralada, ya me entiendes... lo que me pregunto es si habrá jóvenes dispuestos a estar conmigo. La pregunta me provocó mucha risa por su ingenuidad. ¡Por supuesto que habrá chicos jóvenes que se morirán por tus huesitos! A muchísimos jóvenes les excitamos las mujeres maduras porque saben que somos más

74. ¡MÉTEME TU OREJA!

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Tras unos días muy duros en su trabajo, Berta decidió relajarse un fin de semana y se fue sola a un balneario de la costa. Su marido comprendió la necesidad de Berta aunque, conociéndole, solo le pidió una cosa: -Si te lías con alguien, ya lo sabes... como siempre: mándame una foto para que lo pueda disfrutar a mi manera. -Por supuesto que lo haré  -le respondió ella- Aunque esta vez voy a descansar y no creo... Él se sonrió: sabía de sobra que Berta era capaz de reponerse en poco tiempo y que aunque no fuese así iba a encontrar la ocasión de tener sexo: es una mujer con buen ojo y mucha suerte para esos asuntos. Berta llegó al balneario a media mañana. Se puso el bañador y el albornoz y se fue para las piscinas termales. Quizás por el agua caliente, o por la visión de la gente casi desnuda, enseguida sintió que le apetecería tener un encuentro. Incluso las personas en albornoz le resultaba excitantes, ya que la desnudez que se adivina bajo esa ropa blanca puede ser más estimulante que

73. MAITE EN CAP D'AGDE

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  Mi amiga Maite me contó que se iba sola al Cap d'Agde. -¿Y tu marido? -le pregunté. -Mi marido se va con sus hijas unos días al Pirineo, los mismos que yo me voy al Cap d'Agde. Maite me mandó dos fotos con quince minutos de diferencia. Ahora todas queremos irnos al Cap d'Agde.

72. LA VENGANZA DE CLARA (Segunda parte)

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Clara le mandó a su exmarido Juan las fotos de su encuentro con Carlos para demostrarle lo que se perdía tras su ruptura matrimonial, o simplemente para demostrarle que una vez soltera de nuevo iba a disfrutar de lo lindo con quien más le apeteciese. No fueron menos de 20 las fotos que le mandó. Pero Juan no respondió. [Para leer el relato, aquí ] De modo que nos reunimos de nuevo las tres amigas y decidimos ayudar a Clara a cometer una venganza de nivel superior. En realidad, claro está, lo que más deseábamos era montar una buena fiesta con la excusa de la venganza de Clara. Se lo expusimos a nuestros maridos para que comprendiesen la importancia del evento femenino y se inhibiesen del asunto, tal como les corresponde a nuestros queridos cornuditos. Fue Berta quien, casi por casualidad, dio con el perfil de un chico que se presentaba como "Jorge y Juan, vengadores". Les preguntó y descubrió que su interés es actuar justamente como vengadores de mujeres abandonadas, traiciona

71. SENTARME EN LA CARA DE TU MARIDO

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Mi amiga Luisa me llamó una tarde y me citó para tomar un café en el centro. Me sospeché enseguida que tenía una propuesta perversa y eso ya me llenó de excitación. Me presenté a la cita con un vestido liviano y, sobra decirlo, bien depiladita. Sin embargo, lo que Luisa me contó iba por otro lado: -Mira Maite, llevo tiempo deseando sentarme en la cara de un hombre, ya sabes. Mi marido lo consintió una vez pero en menos de treinta segundos me dijo que no estaba dispuesto a eso y me dejó a medias y con las ganas. Y la lo ves: no lo conseguí jamás. ¿A ti no te pone lo de sentarte en la cara de un hombre? Ninguna de mis hombres lo ha consentido y te pregunto a ti porqué... Luisa lo sabía de sobras, ya que yo misma se lo conté tiempo atrás: mi marido Luis es dócil en el sexo y siempre que me apetece me ofrece su cara como asiento. Y eso es exactamente lo que ella me estaba pidiendo: la cara de mi marido para sentarse en ella. -Luis tiene una nariz importante y eso me excita mucho, ya me ent

70. LA VENGANZA DE CLARA (Primera parte)

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Clara y Juan llevaban casi 20 años casados y varios años en el mundo swinger. Iban a menudo a los clubes y organizaban pequeñas fiestas en su casa. A todos sus amigos nos parecían una pareja unida y cómplice. La cosa swinger suele unir a las parejas, pero también puede provocar cambios. Y eso es lo que les sucedió a Clara y a Juan. En una de las últimas fiestas en su casa a la que acudí con mi marido, conocí a Elisabeth, una chica bastante más joven y muy lanzada que, en esa misma fiesta, consiguió estar con todos los hombres incluido mi marido.  Poco más tarde Clara me llamó para contármelo: su marido se acababa de largar de casa para irse con Elisabeth. Por lo que supe, la cosa ya no tenía remedio. Clara estaba dolida y furiosa. Después de hablar con ella hablé también con Berta y con Laura, amigas comunes, y entre todas le montamos una cena urgente para distraerla. Fue durante esta cena cuando Laura le propuso a Clara que debía vengarse de Juan con una buena venganza. -Juan debe ent

69. LO MEJOR DE UN SESENTA Y NUEVE

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Hice mi primer 69 a los 17 con un noviete, pero tardé años en descubrir que el mejor 69 es el que se hace con dos amantes. Es decir, entre tres. Dicho esto, y antes de contar mi historia, tengo que hablar de los diferentes tipos de corneadores que me he encontrado. En primer lugar están los corneadores que piden exclusividad, y que solo permiten que la mujer le mande alguna foto al marido durante el acto, o bien que le llame en algún momento. Si te sacas una foto, él te pide que hagas el signo de los cuernos y, a veces, él también lo hace mientras sonríe a cámara. En segundo lugar están los que se vienen a casa y lo hacen delante del marido, ya que eso es lo que más les excita: ver como el marido cornudo mira embobado y se masturba a una distancia mientras él arremete les pone a mil. Y en tercer lugar están los que gustan de los tríos y quieren la participación del marido aunque se reserven para ellos la mejor parte. Entre esos últimos está mi corneador Jaime. Yo sospecho que quiere ha

68. EL ARTE DEL SELFIE

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Nos reunimos Laura, Cati y yo ("las tres lagartas" según Cati) y nos pusimos a contarnos nuestras anécdotas hotwife del verano en una tarde calurosa, cuidando de no hablar muy alto, ya que estábamos en la terraza de un bar muy concurrido. Cati me comentó las fotos que tengo colgadas en mi página y me recomendó mejorar el asunto del selfie. Según me contó: -A mi marido, las fotos que más le gustan de cuando estoy con un corneador son las que me saco yo misma, esas son las que le ponen más. Y no solo eso: esas fotos consiguen que me salgan más admiradores, ya me entiendes. A ellos les excita mucho ver que eres capaz de sacarte fotos a ti misma en los mejores momentos. -¡Eso es muy morboso! -añadió Laura con un tono de voz demasiado alto y arriesgado - La vez que más "likes" me dieron fue cuando colgué una foto que me hice yo misma mientras me tragaba el pene de Nico... ya sabéis como lo tiene. -Exacto -corroboró Cati- Cuando una se saca un selfie en esas situaciones l

67. LLAMANDO AL CORNUDO

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Casi siempre somos las mujeres las que nos incitamos entre nosotras a experimentar con corneadores. Fue así como yo empecé en esto: mi amiga Maite me invitó a pasar una tarde con su amante Marco y a partir de ahí me convertí en una hotwife en toda regla. Luego se lo conté a mi marido y él aceptó de buen gusto, de modo que así empezamos una nueva sexualidad mucho más placentera. Sin embargo, hace poco supe que Cati se había iniciado en el rol de hotwife a petición de su marido Luis, lo cual me sorprendió mucho. Luis tiene un amigo del trabajo (Rafa) aficionado al mundo swinger que, por lo visto, le cuenta sus aventuras sexuales. Una tarde, a la salida del curro, Rafa y Luis se fueron de cañas y Rafa le contó: -Este fin de semana ha sido genial. Había quedado con mi esposa en un restaurante de la costa a las dos. Y me llamó a las dos y media para contarme que iba a llegar muy tarde ya que estaba en la cama de Víctor, un amigo swinger que le gusta mucho. Lo mejor de todo: me mandó varias

66. JANIRA SE ESTRENA DE SWINGER A LOS 24

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Janira, a los 24, descubrió que su segundo novio se había liado con una de 18. Con el primero, la relación había terminado de un modo parecido, tras descubrir ella las infidelidades frecuentes del chico. Todo eso la llevó a pensar que quizás se había equivocado de modelo de relación y, entre otras opciones, decidió probar por la swinger. Allí, por lo menos, no había infidelidad. Janira había conocido el mundo swinger gracias a su amiga Cris. Pero no porque Cris fuese swinger, si no porqué su amiga había descubierto que su madre y su padre llevaban una doble vida como hotwife y cornudo. Cris se escandalizó al saberlo, pero a Janira le entró la curiosidad. Y así fue como supo de la web para liberales, a la que se apuntó. Se hizo unos selfies más bien explícitos los colgó y esperó. No tardaron en lloverle las propuestas de hombres solos y de parejas que la invitaban. Viendo sus fotos, Janira descubrió los clubes liberales y sintió que era eso lo que le apetecía más. Pero enseguida se dio

65. EL POLVO INESPERADO DE MAITE

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Casi todas hemos vivido un polvo inesperado en algún momento. Uno por lo menos. No hablo de los coitos forzados o no consentidos, ya que esos no son polvos y no nos interesan. Me refiero a cuando una no se lo esperaba pero termina follando con un desconocido y lo hace con placer y como una opción deseada. Maite se fue a la piscina pública sola un viernes de julio por la tarde, ya que su marido le dijo que tardaría en regresar del trabajo y el calor era insoportable.  Cuando llegó a la piscina, el vigilante de la entrada le contó que esa tarde iba a llover con intensidad y que le recomendaba volverse para su casa. Pero Maite ya había pagado la entrada y decidió quedarse de todos modos. Se tumbó en el césped y se dio un baño. Mientras se bañaba vio al vigilante a lo lejos y pensó que era un hombre algo primitivo y atractivo a la vez, pero no le dio mayor importancia. Pocos minutos más tarde se puso a llover a cántaros, era una tormenta impresionante. La gente salía zumbando hacia los por

64. EL CUMPLE HOTWIFE DE LURDES

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Cada año, en su aniversario, Lurdes organiza una pequeña fiesta hotwife a la que invita a dos amigas y a su corneador favorito, Lucas. Manuel, el esposo de Lurdes, asiste en calidad de convidado de piedra: solo puede mirar, y solo puede mirar des de una cierta distancia. Cuando Lurdes me contó que Lucas estaría allí no pude negarme: a Lucas le conocí hace tiempo y es de esos hombres que no se olvidan jamás. Además de ser una morenazo fibrado y guapetón, es un hombre muy bien dotado y con un aguante difícil de superar, por no decir de creer: Lucas es capaz de darlo todo durante más de dos horas sin desfallecer. A la fiesta fuimos Maite y yo. Cuando llegamos, algo nos indicó que Lurdes había gozado ya de Lucas, a juzgar por su sonrisa y por una manchita húmeda en su liguero. Maite se mosqueó un poco por eso, pero no dijo nada. Nos tomamos unos gintonics y brindamos por el cumple. Manuel también brindó, sentado en su butaca y sin poder parar de masturbarse, ya que las tres enseguida nos p

63. CLUB CUCKQUEAN

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Marta descubrió que su marido David tenía encuentros secretos con otras mujeres. Quizás siempre lo había sospechado, pero jamás se lo tomó muy en serio: solo eran indicios y él la acusaba de neurótica en cuanto se lo manifestaba. Pero llegó el día en que tuvo la evidencia y entonces decidió actuar por fin. Se apuntó a mi grupito de hotwives y durante unos meses asistió a nuestros encuentros de mujeres con corneadores. Se lo tomó como una venganza. Sin embargo, tras este tiempo, decidió que no era suficiente con pagarle a su marido con la misma moneda, si no que era necesario hacer algo más. Una noche, mientras esperaba la llegada de su marido (aunque dos noches atrás Marta estuvo conmigo y con Lali y con cuatro machos corneadores) empezó a imaginarse lo que David estaría haciendo con su amante y ese pensamiento, inesperadamente, la puso cachonda. David es rutinario en su sexo conyugal, pero Marta estaba convencida de que con sus amantes debe de ser más osado, creativo y lanzado. De est